Bienvenid@ seas a este tu espacio. Relájate, ponte cómodo y disfruta de las locuras de algunos alumnos e invitados embriagados por el dulce néctar de la filosofía, en espera de recibir su título académico. Muchas gracias por tu visita.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Breve resumen de los cafés filosóficos

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He aquí un resumen de los cafés filosóficos realizados durante enero a agosto de 2010:

  • Posmodernidad
  • ¿Qué es la felicidad?
  • 2012, ¿debe creerse o simple charlatanería?
  • ¿Aún es viable la institución matrimonial?
  • El machismo, presente o erradicado
  • La educación en México
  • El hombre y la naturaleza 
Estos cafés los titulamos "Debates públicos", puesto que no había nombre oficial. Los cafés realizados con el nombre oficial "Nuevo Oráculo" son:


  • La justicia en México
  • El aborto
  • La discriminación en México
  • Estructura familiar: continuidad y cambio
  • Identidad nacional
Próximo café: 17 de septiembre de 2010, tema: Después de 200 años, ¿México aún es independiente?

martes, 31 de agosto de 2010

Ponencia para el Primer Coloquio de Estudiantes de Filosofía

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La Universidad del Claustro de Sor Juana organiza el Primer Coloquio de Estudiantes de Filosofía, que se llevará a cabo en octubre del año en curso. Hemos preparado una ponencia, he aquí el resumen:

Proyectos para una Filosofía Práctica en México

Alejandro Villaseñor Jaimes
Iván Daniel Martínez Gracía
Paulina Pérez Orozco
Estudiantes de la licenciatura en Filosofía

Gabriel Martínez Elvira
Licenciado en Filosofía, docente

Universidad del Centro de México (UCEM)
San Luis Potosí, San Luis Potosí


Resumen

    Hasta hace poco, la práctica del filósofo se restringía a la investigación y la docencia, lo que, en mayor o menor grado, contribuyó a limitar la filosofía a las aulas e instituciones educativas. En la década de los 80's, Gerd Achenbach, filósofo alemán, inicia un movimiento que innovaría la labor tradicional del filósofo en la sociedad: el Asesoramiento filosófico (o Consejería filosófica) y, con ello, instaura una serie de prácticas que hoy son conocidas con el nombre genérico de filosofía práctica.
 
    Entre esas prácticas se encuentran el ya mencionado asesoramiento filosófico a nivel individual, el asesoramiento a grupos mediante talleres filosóficos, el asesoramiento educativo, el asesoramiento empresarial u organizacional, los cafés filosóficos (iniciados en Francia por Marc Sautet) y la filosofía para niños de Mathew Lipman, entre otros. Los objetivos que se deseen lograr con la práctica dependerán de la modalidad que se realice.

    El asesoramiento individual se remonta a la práctica de la filosofía como forma de vida, a la manera de los filósofos de la antigüedad (como Sócrates, Epicuro o Marcoa Aurelio); es la orientación y clarificación de una determinada problemática del asesorado. El asesoramiento grupal cumple los mismos fines, pero con un grupo de asesorados. El asesoramiento educativo reflexiona en torno a los métodos pedagógicos empleados en las instituciones educativas, y propone nuevos métodos que se adecúen a las necesidades de los alumnos. El asesoramiento organizacional se enfoca a la clarificación y análisis de los supuestos en los que se basa la organización o institución, así como de sus códigos y normas de ética profesional, misión, visión y objetivos. Los cafés filosóficos son reuniones de diálogo respecto a temas de la actualidad y la filosofía para niños desarrolla habilidades de análisis y razonamiento en escuelas desde preescolar hasta primaria.

    El presente trabajo describirá los proyectos realizados de enero a agosto de 2010:
  • Experiencias en asesoramiento individual
  • Asesoramiento organizacional en el proceso de verificación de municipios en el programa “Agenda desde lo local” del Coordinación Estatal para el Fortalecimiento Institucional de los Municipios (CEFIM)
  • Asesoramiento educativo mediante sesiones de Seminario Socrático
  • Asesoramiento grupal mediante un taller de filosofía y anime (animación japonesa)
  • Sesiones de café filosófico “Nuevo Oráculo”
  • Un nuevo modelo de asesoramiento fundamentado en el pensamiento náhuatl
    Estos proyectos son desarrollados por los alumnos de 9° cuatrimestre de la licenciatura en filosofía de la Universidad del Centro de México (UCEM), bajo el asesoramiento del profr. Lic. en Fil. Gabriel Martínez Elvira, docente de la materia Práctica de asesoramiento filosófico.

jueves, 6 de mayo de 2010

Escribir un trabajo filosófico cuando se es un estudiante

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Ser un estudiante no implica estar en un aula, tener compañeros o maestros, ya que se puede ser un discípulo de la vida, porque al fin y al cabo siempre nos preparamos para ella. Tiempo atrás me encontré en la problemática de empezar a escribir textos de manera filosófica. Después de dos años de intentos me gustaría escribir acerca de ello.

Ser un estudiante y escribir un texto filosófico no es un reto como algunos podrían pensar, sino que es una gran oportunidad. Ya que el reto es superar todo aquello que se conoce; por ejemplo, si me propongo el reto de leer a Aristóteles para después comentarlo, estaría venciendo una meta. Llámese a Aristóteles una meta por ser un gran filósofo o porque me otorgaría un estatus de confianza en mis discursos por haberlo podido comentar. Pero si viese a Aristóteles como una oportunidad tanto de conocer como de reconocer en la vida todo aquello que me sirve de su doctrina. Podría con ello formar parte de una actitud de vida y ser un ejemplo realizado de una filosofía pragmática.

Hay que recordar que los conceptos no sólo se leen en los libros es necesario que se reconcilien con la realidad, es decir, porque todo concepto es una abstracción del entorno, es sacado de la realidad. Un escrito dirigido a hacer filosofía, se tiene que elaborar con el fin de que los lectores no tengan una respuesta definitiva, si no que al final de la lectura se formulen más preguntas que con las que iniciaron la lectura.

No tiene como objeto confundir al lector, si no abrir, hacer emanar o brotar todo aquello que no se había considerado y que a pesar de ser obvio no se le tomó en cuenta. Terminar con más preguntas que con las que inició es una gran oportunidad para reflexionar los problemas que acaecen en el diario vivir, porque permite profundizar en zonas inexploradas por el pensamiento.


Un ejemplo de lo anterior sería cuando nos preguntamos qué es la felicidad. No existe respuesta a esta gran interrogante, ya que para el lector el significado de su felicidad podría ser tantas cosas, incluso el ser desdichado.

Después de una pregunta reflexiva y un filosofar a partir de ella, toda mirada se torna diferente, ya no se puede contemplar igual a la realidad y a sus devenires; por ejemplo, si toda la vida la idea del pecado existió en mí y un día me interrogo y critico las causas, la naturaleza y el por qué del pecado de manera filosófica, cuando vuelva a tratar el tema ya no lo abordaré como antes, ahora mis pensamientos tocarán otros puntos que jamás me había atrevido a tratar.

Al ser un estudiante se tiene que perder miedo, en primer lugar, a una hoja en blanco. Como decía E. M Cioran (2000:57), es preciso encontrarse en estado de debilidad física, para que las palabras nos lleguen, pues, según él, solo así se penetra en nosotros y comienza en nuestro interior un especie de carrera. Dicha carrera es la búsqueda que todo filósofo realiza para llegar a la verdad de las cosas.


En segundo lugar, también se tiene que perder el miedo a los filósofos. Como menciona Fernando Savater (2010:8), a los filósofos les pasaba igual que a nosotros: estaban haciéndose preguntas, intentando reunir respuestas, a veces creían que habían resuelto algo que inmediatamente volvían a replantearse en la siguiente generación.

Perder el miedo a los filósofos es adoptarlos como amigos, enamorarse de lo mejor de sus pensamientos, creerles o no creerles en su búsqueda, así como en sus métodos para la resolución de sus inquietudes. Siempre he considerado que las inquietudes de los filósofos hacen partícipe a todo el mundo, por ejemplo, de la felicidad, el amor, la existencia, la justicia, la belleza, Dios, entre otros. Son inquietudes que han tratado desde hace más de cinco mil años hasta la actualidad. Sin embargo son los mismos problemas en diferentes circunstancias.

Esa es la genialidad del mundo, de la vida y de la realidad, ya que éstos son dinámicos y permiten al estudiante no repetir propuestas e hipótesis que algún filósofo en su acontecer pudo haber mencionado, sería, que algún estudiante aborde el tema de la justicia porque no es lo mismo la justicia, en tiempos de San Agustín que en la actualidad, incluso en nuestros días ésta varia de un pueblo a otro.


Se reconoce que el dos por ciento de la población en México tiene el hábito de la lectura (CIPAE, 2010), pero gracias al internet se ha logrado traspasar barreras para la divulgación y publicación de textos. El vasto público también permite al estudiante la ampliación de un diálogo con las diferentes realidades del mundo. Esta importante tarea no sólo debiera quedar en el aula, en la carpeta o en manos de mis compañeros, sino que traspase y se funda en el corazón de todo aquel que lea este texto y se disponga a escribir un texto filosófico. Mi deseo es compartir este discurso, cargado fuertemente de experiencias, algunas gratas y otras que no lo han sido tanto pero que me han permitido aprender de ellas.

El que escribe tiene una responsabilidad, un compromiso, que ante todo se basa en el criterio y pensamiento lúcido, y con buenos argumentos se logra defender las posturas que ante la realidad el escritor quiere transmitir. El deseo de transmitir no sólo queda como un ideal en el que se puede expresar el pensamiento; es por medio de estas grandes oportunidades— el escribir siendo un estudiante— como se pierde el miedo a la hoja en blanco, al filósofo, al contexto socio-cultural, pero, ante todo, a uno mismo.

Y esto se demuestra en la actitud de vida del filósofo que día a día en el salón, en el hogar o en la calle otorga un ejemplo de vida con verdadera fidelidad a los demás; habla a la parte reflexiva del otro y a la vez lo hace cómplice de una búsqueda que sólo se da en el corazón, ya que en el corazón nace el amor, el amor a la sabiduría.




Bibliografía

Cioran, E.M. 2000. El maldito yo. Barcelona: Tusquets Editores.
Savater, Fernando. 2010. Doctor Honoris Causa. Universitarios potosinos , 8.
Centro Internacional de Prospectiva y Altos Estudios. 2010. El habito de la lectura en México. [en línea]. Disponible en:
http://www.cipae.edu.mx/boletines/boletin%209/9%201.htm [consultado el día 24 de abril de 2010].

sábado, 20 de febrero de 2010

Gran éxito el 2o. Café Filosófico

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El viernes 19 de febrero se llevó a cabo el 2o. Café filosófico organizado por la escuela de filosofía de la Universidad del Centro de México. El tema fue "2012, ¿debe creerse o simple charlatanería?" y se contó con la participación de los mismos alumnos, personal académico de la universidad y maestros.

Próximamente publicaremos la memoria y los videos del café.

domingo, 14 de febrero de 2010

Fernando Savater en San Luis Potosí

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De izquierda a derecha: Nacho Figueroa, Fernando Savater, Paulina Pérez, Víctor Galván y Alejandro Villaseñor

El Dr. Fernando Savater durante la firma de libros

El pasado viernes 12 de febrero el filósofo y escritor español Fernando Savater fue condecorado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí con el Doctorado Honoris Causa, máxima distinción que puede otorgar una universidad.

El evento consistió en una semblanza del filósofo por parte del Dr. en Arq. Anuar A. Kasis Ariceaga, seguida de unas palabras del rector de la Universidad, el Lic. Mario García Valdés. Después de habérsele entregado la distinción, Savater pronunció un discurso en el que agradecía a la Universidad por la condecoración y expresó su pensar y sentir acerca de la filosofía, el papel del filósofo y nuestra situación actual.

Al finalizar el evento, los asistentes disfrutaron de un brindis en el patio del edificio central de la Universidad.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Estudiar filosofía

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Cuando tu chava te confesó que te había puesto el cuerno... ¿Te preguntabas si ella era sincera o cínica?

¿Te has preguntado porqué si los humanos tenemos una explicación a cada "porqué", no podemos saber el porqué de nuestra existencia? ¿Qué es existir?

¿El vaso está medio lleno, o medio vacío? ¿Ser o no ser? ¿Me cortaré las rastas? ¿Dios existe?

¿Buscas expresar tu pensamiento, reflexión y razonamiento?

Bien, pues... si has tenido la inquietud de recibir dinero -aunque sea poquito- por pensar todo el día en la inmortalidad del cangrejo, entonces podrías ser un(a) gran candidato(a) para entrarle a la Licenciatura en Filosofía.

Si te interesa la lectura, el debate, la persuasión y tienes curiosidad por la historia del pensamiento, la literatura y la cultura, puedes encontrarlo en la Licenciatura en filosofía.

Debes ser hábil en el pensamiento lógico-deductivo y contar con capacidad crítica y apertura a nuevas ideas. Requieres también de notables habilidades verbales y pensamiento abstracto.

Si te caracterizas por ser observador y curioso por el mundo y su cultura, eres reflexivo y te preguntas sobre la existencia humana y la trascendencia y has sido una persona sensible que busca expresar sus ideas, puedes estudiar filosofía.

-¿Y qué pasará cuando salga?- Se pregunta tu mamá...

Como egresado de la Licenciatura en Filosofía lograrás una capacidad de reflexión y profundización del desarrollo del hombre; ubicarás las diferentes corrientes filosóficas y a sus representantes; tendrás un conocimiento bibliográfico que permita abordar con competencia los tópicos filosóficos; juzgarás sobre las propuestas ideológicas, aciertos y carencias de la sociedad; de igual manera, desarrollarás un hábito de lectura e investigación documental, con el fin de sustentar las actividades sociales, políticas, económicas, y culturales de la actualidad.


-Sí, pero ya hablando de chamba- pensarás...

El campo de acción del Licenciado en Filosofía incluye campos de Desarrollo Profesional, Asesoría y Educación, Investigación y Docencia, Traducción de obra filosófica y en general, toda actividad que precise de una reflexión fundamental, llámese Administrativa, Organizacional, Económica, Científica, Política o Cultural.

Publicado originalmente por Castillo, R. (2008, del 13 al 26 de octubre). "Estudiar Filosofía". Periódico Dharma. (Año 2, vol. 52). San Luis Potosí: Grupo Editorial Dharma. P. 13.

¿Qué es lo que se debe investigar?

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Juan Ignacio Figueroa Puente

Para Zubiri, no es sólo ese el objeto de la investigación. La investigación puede considerarse como el por qué se investiga algún aspecto de la realidad; podemos decir que la realidad está separada de lo que la realidad es; es decir, la verdad es subjetiva a la realidad subjetiva y relativista de dicha verdad.

Sera labor de la filosofía desarrollar qué es lo que es verdad, pero ese término está muy agotado. Considero que la verdad es lo que se puede comprobar por el método científico, lo que es útil e inmediato, lo que se necesita en un momento y lo que se debe de proveer en dicho instante. Pero, ¿qué es lo que el hombre debe investigar dentro de un ámbito de matemáticas, física, astronomía, etcétera? La respuesta, a simple vista, pudiera parecer sencilla: sólo estamos aquí para saciar nuestras necesidades, tanto físicas como intelectuales. Pero, ¿qué es lo que debemos hacer cuando en nuestro mundo ya no sólo se trata de satisfacer necesidades? La prioridad es crearlas y crear un satisfactor de las mismas.

Es difícil, incluso para la filosofía misma, saber qué es lo que debemos abordar como necesidades primarias y necesidades adquiridas. Sin embargo, se debe de hacer un esfuerzo para separar estos aspectos de lo que necesita el hombre. No se trata sólo de seguir a la mercadotecnia, que intenta, como fin último, enriquecer a los que ya son ricos, o cultivar a los que ya son cultos. El esfuerzo debe ir un poco más allá, donde las preguntas que se formulen como hipótesis respondan a un bien común.

Encontraremos un sinfín de obstáculos para llegar a este fin. Están los que no quieren perder lo que tienen, está el gobierno que favorece a aquellos que no nos dejan entender, están los medios de comunicación que son nuestro nuevo circo, estamos nosotros mismos dejándonos llevar por este periodo de transición creando y satisfaciendo necesidades que no existen más que en nuestra psique y están moldeadas por la cultura que se quiere que tengamos.

No hay duda que en estos tiempos estamos sujetos a lo que se nos dice, y todo eso que se nos dice debe ser cierto: el gobierno que no nos deja ser libres, el miedo y la angustia; todo esto funciona como limitante de nuestras acciones. ¿Qué podemos hacer ante tal escenario? La respuesta no es fácil ni inmediata, como las necesidades que día a día se van creando.

¿Habrá alguna justificación para la creación de necesidades? Sin duda, ésta pregunta tiene una respuesta positiva. El hecho de que seamos materialistas por cultura y que nos hallamos alejados de lo social, del bien común y de todo aquello que el hombre puede acuñar como propio sin saber de fronteras género u color tiene una justificación con el “bienestar”. El amor propio y el amor por “nuestra” propiedad nos alejan de la búsqueda que debería imperar en nuestra existencia.

martes, 9 de febrero de 2010

Teología de la Complejidad

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Alejandro Villaseñor Jaimes

El nuevo paradigma de la ciencia impulsado por Edgar Morin es, al mismo tiempo, una nueva forma de ver el mundo. Pretende incluir en sus constructos teóricos materias y temas que pocas veces han sido abarcados por la ciencia moderna -deshumanizante y fragmentaria- y que permiten ampliar la visión del mundo.

En los nuevos supuestos de la ciencia compeja (o ciencia consciente) se incluyen las aportaciones de las ciencias particulares, tales como la antropología, la sociología, las ciencias exactas, entre otras, para configurar la visión eco-antropo-social del hombre. El propósito de este ensayo es incluir en esta nueva visión la aplicación de otro supuesto fundamental: el hombre se comunica con Algo que, aunque duda de su existencia, sabe que está presente y que forma parte esencial de su vida.

El proceso para identificar “lo completamente Otro” (Rudolph Otto) se basa en la aplicación de contenidos de teoría de la complejidad a la aproximación de una teología que responda a este nuevo paradigma del hombre, y que, en defnitiva, servirá para configurar una nueva visión de la realidad.


Aproximaciones hacia una nueva teología

Los alcances de la teoría de la complejidad son ilimitados. Si bien formula la conceptualización de una nueva ciencia (la sciencia nuova, Morin, 1990: 74) también sirve como marco de referencia para una nueva visión (o interpretación, si se prefiere) de la realidad; realidad de la que el hombre forma parte. Precisamente uno de los objetivos de la complejidad es construir el paradigma del hombre ecoantroposocial: el hombre consciente de su entorno, de él mismo y de la sociedad.

La noción del hombre ecoantroposocial sería la cumbre del pensamiento complejo. Tal y como dice Morin (1990), entender el sistema es entender su complejidad y sus relaciones. Se precisa de romper el antiguo paradigma del sujeto y el objeto para conformar una visión integral; el desarrollo de la humanidad de una manera multidimensional que, fundamentada en una educación transdisciplinaria, lleve a la práctica las habilidades del ser humano y mejore sus condiciones de vida.

Una de las esferas que pertenece al desarrollo integral del hombre es la esfera teológica. Curiosamente, es un tema poco visto desde la perspectiva de la complejidad. Si tomamos como base la afirmación de que la complejidad es ilimitada, se buscará la manera de ubicar los principales postulados de la teoría y aplicarlos a una nueva definición del Absoluto; aunque esta definición no resultará tan reciente, como se verá más adelante.

La nueva visión de Dios permitirá no sólo establecer los principios de la teología, también determinará las relaciones entre el hombre y Dios por medio de la religión. La religión, entendida también como sistema, es la manifestación de la unión entre el hombre y el universo, y cumple la función de constructo cultural; tanto así que Cassirer la coloca -como noción de “símbolo”- en un lugar primordial*.


Fundamentos para una teología de la complejidad

Es preciso establecer que, aunque esto constituya una aproximación, es suficiente para relacionar el marco teórico de la obra de Morin con una nueva visión del Absoluto.

El objetivo es buscar la complejidad ahí donde está desapercibida, donde está “ausente” (Solís-Caro, s. f.: 5). Precisamente se trata de ubicar en la complejidad el “fundamento de la realidad”, según Zubiri (2003), una realidad que es cambiante, que está determinada por el azar, que a su vez la indetermina. Este juego de contradicciones estará presente a lo largo de todo el constructo teórico, y permite establecer un primer principio: Dios está en la contradicción.

La noción de “sistema” permite establecer otra manera de ver la realidad. La realidad como sistema responde a la serie de conexiones y relaciones que permiten su funcionamiento, su entropía. La complejidad es el complexus de relaciones que se establecen en cada una de las partes que constituyen el sistema. Introduce la noción de red: hay una interrelación entre el todo y la parte. La parte está en el todo, y el todo contiene a la parte.

Hay Algo, no sabemos qué es, que fundamenta al sistema. Puede ser entendido como la energía cósmica o el flujo vital -nociones puramente orientales- que sostiene el sistema y que cumple la función de feedback. En este fundamento está integrada la entropía como el juego entre el orden y el desorden que mantiene el universo. Hay, pues, una Mente integradora, una energía que mantiene ese proceso de entropía, y es quien tiene la facultad de organizar todo de acuerdo a las leyes naturales del azar. Precisamente Él es también el fundamento del azar, ya que el universo mantiene un orden en el aparente desorden. Es el caos ordenado, el flujo de energía que mantiene todo en su lugar, aunque esté en constane movimiento; movimiento que sólo es posible por la comunicación.

Esta nueva percepción del fundamento del caos ordenado permite romper el viejo paradigma del “Orden-rey” (cnf. Morin, s. f.). Aún más, permite ver a Dios como “el rey del desorden”, que mantiene todo en su lugar y sabe dónde está todo. Es la antiquísima concepción del Arquitecto del universo. La masonería tenía esta visión de Dios como aquel que ha construido el universo de acuerdo con un plan que cumple a la perfección. Podemos matizar esto mediante el principio de que Dios es libre, tiene voluntad, y hace con el universo lo que Él quiere, y lo mantiene acorde a sus designios.

La noción de transdisciplinariedad tan defendida por Morin es un recurso para el proyecto de teología desarrollado hasta ahora. Él, a diferencia de otros autores europeos, defiende la filosofía oriental y, de hecho, gran parte de su pensamiento está inspirado en esta cosmovisión. Uno de los postulados básicos es su especial percepción del Absoluto. Para ellos, la noción de la Nada es más cercana a la noción del Ser, a diferencia de occidente que adjudica un valor negativo a la nada:
Estos nuevos metafísicos buscan en los místicos, principalmente del Extremo Oriente, y más que nada budistas, la experiencia del vacío que es todo y del todo que es nada. Ellos perciben allí una especie de unidad fundamental, donde todo está ligado, todo es, de algún modo, armonía, y tienen una visión reconciliada, hasta diría eufórica, del mundo (Morin, 1998: 95).
Aún más, ésta no sólo es una visión reconciliada, sino que es una visión liberadora. Hay un sentido positivo de la Nada que se manifiesta en su relación con el Todo. He aquí otra contradicción: Dios está en el Todo que es la Nada, y viceversa. Precisamente es en este punto en el que la “nueva” visión de Dios no es algo tan nuevo, ni siquiera se acerca a lo original.

Por último, Dios está en la complejidad. Es más; es la Complejidad misma. Está exento de definiciones, contiene en sí al Todo que está en la Parte y está en el Todo; es la conjunción de lo Uno y lo Múltiple, la armonía perfecta entre contrarios. Es Destino y Devenir, siguiendo al primer filósofo de la complejidad: Heráclito. Es energía pura y flujo cósmico, que mantiene al universo en perfecto caos.


La nueva concepción del hombre y Dios

En esta nueva visión de Dios, el hombre, en su realidad ecoantroposocial, ocupa un lugar importante. Para mí, el punto cúlmine de la comunicación y del contacto con la realidad como sistema es la relación con el fundamento de esa realidad. Es la relación de las relaciones, porque como dicen los grandes místicos, es la unión del Creador con su creatura. Y aquí es donde radica la importancia de la dimensión teológica: el hombre sin Dios es un hombre incompleto; “mutilado”, utilizando una expresión de Morin.

De aquí que sea mucho más correcto entender a la religión no sólo como un constructo cultural, sino también como una relación primordial. La complejidad permite entender a la religión como parte integral del hombre, es otro constitutivo de su realidad primordial. Es hora de que la religión tome su parte en el desarrollo humano, y que no sólo sea vista como algo antiguo o pasado de moda; la religión también es cosa de todos.


Conclusión

Esto es, a muy grandes rasgos, lo que se puede aplicar de teoría de la complejidad a una nueva visión de la dimensión teológica del hombre que, como se ha visto, es parte integral de su desarrollo. El punto es que entender a Dios desde la complejidad permite el establecimiento de un nuevo objetivo del papel del hombre en el cosmos, y la ubicación de la religión en su papel primordial en la vida del hombre ecoantroposocial.

* Para más al respecto, véase Cassirer, E. (1968). Antropología filosófica. México: Fondo de Cultura Económica, y mis trabajos Ética y símbolo en Cassirer (2008) y El fundamento simbólico de la religión (2009).

Bibliografía

Maldonado, C. (2003). Marco teórico del trabajo en ciencias de la complejidad y siete tesis sobre la complejidad. Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, 4(8-9), 139-154.

Morin, E. (s. f.). La epistemología de la complejidad. Recuperado el 24 de abril de 2008 en: http://www.ugr.es/~pwlac/G20_02Edgar_Morin.html

_______. (1998). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.

Solís-Caro, L. (s. f.). El pensamiento complejo. Recuperado el 19 de enero de 2009 en: http://www.pensamientocomplejo.com.ar

Zubiri, X. (2003). El hombre y Dios. Madrid: Alianza.
Estudiantes, maestros, pasantes y licenciados en Filosofía.
Universidad del Centro de México
San Luis Potosí, México.
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